Luis García tuvo que salir al paso de algunas acusaciones de broncas y movidas internas en la que el delantero y el propio Ernesto Valverde actuaron como protagonistas. El delantero negó broncas, discusiones y cualquier conflicto interno. El goleador salió en defensa del colectivo y señaló que una victoria mañana frente al Valencia serviría para acabar con todos estos rumores y recuperaría la buena sintonía del equipo.
Luis no se anduvo por las ramas a la hora de desmentir que se viera inmerso en una polémica con el técnico y que el vestuario destilara un mal ambiente tras los últimos resultados encajados. “No existe mal rollo en el vestuario. Quien dice eso ni quiere ni ayuda al Espanyol. Somos un equipo unido en los buenos y malos momentos. Eso de que el vestuario está mal y no tiene buen rollo es un tópico pasado de moda”, puntualizó. Una declaración de principios en toda regla que poco antes se vio matizada. “No hubo nada, aunque no voy a ser yo el que diga lo que pasa en el vestuario. Todo eso debe morir ahí”, sentenció.
Broncas, reprimendas o simples rectificaciones, lo cierto es que Valverde y Luis García mantuvieron un intenso cruce de palabras ante el resto del equipo. Algo que por cierto tampoco es la primera vez que sucede y no había trascendido hasta la fecha. El futbolista aprovechó su comparecencia, además de para quitar hierro a lo sucedido, para asegurar que el bloque no ha perdido la confianza y recordar que un triunfo ante el Valencia cambiaría el decorado por completo. “Si sumamos los tres puntos daremos un paso al frente. Creo en este equipo porque tiene calidad, ambición y hambre”.
Cuestionado por posibles cambios, Luis García lanzó una pequeña advertencia. “Cuando las cosas no están bien y se recurre a los cambios, a veces no salen bien, pero eso es cosa del entrenador”. El delantero reclamó el apoyo de la gente e insistió en que “somos los primeros interesados en luchar por ir a Europa. El partido del Valencia puede ser fundamental”.
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