En los primeros siete días de la ruta de alta velocidad entre Barcelona y Madrid Renfe ha conseguido transportar a 77.017 viajeros que ocuparon el 61,6% de las plazas disponibles. No es la ocupación óptima, ya que la compañía ferroviaria aspira a alcanzar el 70%, pero la operadora mostró ayer su satisfacción por el funcionamiento del servicio durante la primera semana y el aumento gradual de viajeros que ha ido experimentando. Los datos de puntualidad y la opinión de los usuarios refrendan este entusiasmo, mientras Zaragoza aparece como la gran sorpresa de la línea al doblar el volumen de pasajeros respecto a los que tenía en este mismo periodo el año pasado.
El presidente de Renfe, José Salgueiro, admitió que "ha aparecido un mercado nuevo" en la capital aragonesa. El éxito de los AVE entre Zaragoza y Madrid ya era una realidad pero ahora, tras la apertura de la línea hasta Barcelona, esta aceptación se ha extendido a la capital catalana. Si se compara el volumen de pasajeros entre el 20 y el 26 de febrero del 2007 y los mismos días de la semana pasada, se ha producido un incremento del 128%. De los 3.237 clientes que viajaron entre Zaragoza y Barcelona entonces, se ha pasado a los 7.395 de esta última semana.Pero la joya de la nueva línea es la relación Barcelona-Madrid. Ese es el escenario de la apasionante pugna del AVE con el avión. El primer día viajaron 3.000 pasajeros entre las dos capitales y anteayer fueron ya 5.100. En total, 24.260 los siete días, 13.807 más que en la misma semana del año anterior. Son cifras que llevan al optimismo de la operadora, sobre todo por la progresión diaria que han observado. "Cada día laborable estamos aumentado entre el 10% y el 15% el número de viajeros", indicó un portavoz.
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